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En Junio del 2019 tuvimos 10 días de vacaciones y nos fuimos a Viena a hacer una ruta en bici, Viena-Bratislava-Budapest. Cargamos la furgoneta con las bicis, las tiendas (esta vez llevamos 2 Vivac), sacos, aislantes… Y un remoque para llevar todo el equipamiento.
Partimos de Suiza a Viena, 8 horas en coche, aparcamos en una buena zona gratuita y dormimos en el Camping Neue Donau.
Salimos al lado del Danubio y justo al dejarlo, gran parte de la ruta no es paralela al río, hacemos parada en un Bier Garten y comemos.
En Hainburg no nos podemos bañar en el río, está sucio, a pesar de lo grande que es. Por aquí pasa el Grosse Donau, para bañarse debe ser en el Neue o Alte Donau.
Por el camino hemos visto muchos campos de cultivo, patatas, acelgas, cebollas, espelta, conejos, una culebra y un pajarito panza arriba, Javi le dio la vuelta y se fue dando saltitos.
Javi vió un Castor.
Muchísimos mosquitos al atardecer.
Acampamos en un campo de Golf, acampada libre. De madrugada pasó un jabalí cerca de nuestras tiendas.
Desayunamos English Breakfast, paseamos por la capital y comimos muy bien en Bratislava. Decidimos volver a Viena a dejar el remolque, nos retrasaba demasiado, y además pensamos que sería mejor dormir en hoteles porque había muchos mosquitos.
Nos volvemos en barco por el Danubio de Bratislava a Viena, 1,5 horas de duración. Llegamos a las 16.00h y nos vamos en dirección al camping donde hacemos una parada en el camino, a orillas del Neue Donau y nos damos un baño, el agua limpia y muy buena.
Nos sentó fenomenal el bañito, estuvimos muy a gusto y nos quedamos hasta casi el anochecer.
Llegamos al camping y nos tomamos unas cervezas en el bar del camping con un francés, que también iba de ruta con la bici, antes de dormir.
Muchos mosquitos.
dejamos el remolque y todo lo de dormir en la furgoneta y nos fuimos al centro de Viena, compramos un sillín y un amortiguador de barra de sillín para Javi y reservamos habitación en el Hotel Arenberg, en pleno centro. Ya que habíamos vuelto a Viena, decidimos quedarnos por allí un día y retomar la ruta al día siguiente.
La habitación genial y el desayuno incluido. Nos dimos una ducha, comimos en un Coreano, excelente comida y precio, y nos echamos una buena siesta.
Por la tarde/noche fuimos a sacar el billete de tren Viena-Bratislava, para retomar al día siguiente la ruta donde la dejamos, nos dimos un paseito por el Praterpark y nos tomamos un par de Gintonic en un bar alternativo.
y sin mosquitos. Impresionante Buffet desayuno.
30km circulando por la ciudad entre ayer y hoy. Cogemos tren hacia Bratislava, 1h de duración.
Perfecto para hacer la digestión después del buen desayuno que nos hemos tomado. Como ayer compramos el billete, hoy lo podemos coger cuando nos venga bien, sale un tren cada hora.
Y ahora compramos el billete de tren de Budapest a Viena, imprescindible si vas en bici, solo hay 5 plazas para bicis por tren. Salimos a las 10.30h de Bratislava a Komárno. Primera etapa de 65km hasta Sap, llegamos a las 14.00h.
Parada para comer, beber y cargar baterías.
El camino genial, todo llano y carril bici, pero viento en contra.
Hemos comido y nos han tratado muy bien, nos hemos duchado/refrescado con una manguera, ya que hemos intentado bañarnos en el río, pero además de sucio, había muchos mosquitos, hay mosquitos de día y de noche.
De Sap a Komárno 50km.
Salimos a las 17.00h llegamos a las 20.00h. Los últimos 20km por camino de tierra, hemos llegado llenos de polvo, Javi colorado y yo llena de picaduras. Hemos visto varios Halcones, uno de ellos con un ratón, y un ciervo. Nos alojamos en el Hotel Banderium, genial, con balcón y muy nuevo. Nos han subido la comida y unas cervezas a la habitación.
El Buffet del desayuno no está mal, y nos han invitado al pagar la habitación en efectivo. Nos guardaron las bicis gratis.
Salimos a las 11.00h y llegamos a las 14.00h. No nos hemos enterado del camino, viento a favor, cuesta abajo, mucha sombra. Además nos encontramos con el Wellness Hotel Thermal.
¡Impresionante! Nuestro destino era Ezsergon, a unos 4km más, pero fue un acierto para aquí.
Nos hacía falta descansar del Sol, y las piscinas de agua termal con los chorros, una “ducha de experiencias” y el jacuzzy nos dejaron como nuevos. Cerveza barata y unos puestecitos de comida, tipo feria, donde comimos muy bien.
Salimos a las 09.20h con 35°, a las 12.45h 60km recorridos hasta Budakalàsz, nos paramos en un lago que encontramos en el camino, a refrescarnos, la mayor parte de la ruta la hemos hecho por carretera con coches.
Vimos un lagarto verde con la cabeza azul en el asfalto tomando el sol. Y 3 cuerpo espines, dos pájaros, un topo y un zorro aplastados. Camino sin esfuerzo y emocionante, bastante tráfico y el asfalto con agujeros, gravilla y algo sucio, pero bien.
Javi ha cogido el rebufo de una ciclista y se ha puesto a 37km/h. Nos hemos metido en la autovía sin querer. Hemos estado a más de 40°, en el centro de Budapest a las 19.30h marcaba 36°. Nos hospedamos en el Atrium Hotel.
nos tomamos un buen desayuno, descansamos en la habitación hasta las 11.00h y nos vamos a pasear por el centro, hace calor, pero corre brisa.
Vamos al mercado, es enorme y tienen de todo. A las 17.40h partimos en tren de vuelta a Viena. Llegamos a las 20.20h y buscamos hotel, encontramos habitación libre por los pelos, es la semana del Orgullo y está casi todo ocupado.
Nos hospedamos en el Hotel Erzherzog Rainer, genial. Nos dimos una vuelta por Viena, cenamos algo ligero y nos fuimos a dormir.
desayunamos bien, el Buffet del hotel muy bueno y variado y nos fuimos a donde teníamos la furgoneta aparcada. Regresamos a Suiza.
el segundo día viendo que el remoque nos retrasaba tanto, pensamos que no nos daba tiempo hacer la ruta, y ya habían pasado 2 días…
Pero reaccionamos, volvimos al punto de partida, dejamos el lastre y continuamos.
Siempre hay una solución.
Además nos dimos un paseo en barco por el Danubio, que no estaba planeado… Lo pasamos genial, nos encantó cada país y su gente. Pasamos por muchísimos puentes de arquitectura diferente, tan solo los últimos kilometros fuimos por carretera, la gran mayoría de la ruta en carril para bicis. La flora y la fauna preciosa y abundante, y aun con tantos mosquitos nos encantó.
¡Es genial viajar en bici!